Presentación:

« Las palabras con las que nombramos lo que somos, lo que hacemos, lo que pensamos, lo que percibimos o lo que sentimos son más que simplemente palabras. Y por eso las luchas por las palabras, por el significado y por el control de las palabras, por la imposición de ciertas palabras y por el silenciamiento o la desactivación de otras, son luchas en los que se juega algo más que simplemente palabras..»

Jorge Larrosa

lunes, 16 de septiembre de 2013

Vino berreta

E
ntro a ese pequeño bar cercano a la estación de trenes, había estado viniendo con frecuencia las últimas semanas.
El olor a perro mojado le daba la bienvenida, dentro de unos segundos se mezclaría con el de su aceite corporal y el del alcohol que destilaba por cada poro de piel, construyendo un perfume característico.
Apoyo un brazo en la formica desgastada de la barra, en ella se entremezclaban manchones de desgaste y suciedad repasada por una rejilla vieja. Para los más solitarios había dispuestas tres mesitas de una silla cada una frente al mostrador. De fondo sonaba un viejo televisor que emitía los sorteos de quiniela en vivo. Las paredes color ocre, estaban a media altura revestidas con un machimbre que apenas cubría las manchas de humedad, los descoloridos cuadros cubiertos de una capa de tierra, mantenían la escena en el pasado.
Le sirvieron un vaso corto y ancho con forma de V casi al borde de vino de la casa, manoteo la jarra pingüino para que la dejaran cerca.
Apuro ese primer sorbo, el líquido le quemaba el esófago y el estómago, pero desde allí, se propagaba por todo su cuerpo, y lo llenaba de un calor abrazante.
Volteo apenas y vio entre tinieblas a ese hombre de traje azul, del que apenas se había percatado, repetía la misma rutina de siempre, se levantó doblo el diario apenas ojeado, lo puso bajo el brazo izquierdo, abrocho un botón de su saco, saludo con una pequeña sonrisa y se fue. Nunca lo vio consumir nada, parecía que solo venía a alimentar su ego, comparando un presente mediocre con la imagen declinante que el donaba desinteresadamente, seguramente esto lo conformaba para seguir.

Al quedarse solo con el despachante, también sonrió, en el fondo sabía que su objetivo era superior, no cualquiera podía ahogar un pasado exitoso en aquel vino berreta.

1 comentario:

  1. Bien Leo, nos acomodas en el bar y luego nos sacudís con un final a toda orquesta!!!!!! Me encantó ese juego que desarrollas en el último párrafo. Felicitaciones

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